Inicio

Música

Coaching vocal

Clases de canto

Canto grupal

Coro gospel

El espacio

Sobre mi

Blog

Contacto

Es una pena que ni con un estado de alarma global seamos capaces de entender que las personas funcionamos en COMUNIDAD.  

Como comunidad debemos estar unidas para afrontar la pandemia que estamos viviendo. Siendo de verdad un apoyo o un consuelo para la gente que está en situaciones terribles. No me parece el momento para mirarnos el ombligo y pelear por derechos que, ahora mismo, están en un segundo plano. Por supuesto que tenemos que pelear por nuestros derechos. Pero cuando sea el momento oportuno. Y ahora no lo es. Ni tampoco las formas.

Está muy bien quejarse de algo cuando  personalmente acabas de vivir una situación que te hace sacar las uñas. Pero esta situación que vivimos en la música profesional viene de lejos. 

Hay que pelear por una regularización de nuestro colectivo. Pero no ahora. Es una pelea muy vieja que estaba mucho antes de la pandemia. Dadas las circunstancias, las personas que formamos el colectivo no tenemos nada que hacer por el momento. 

Sin embargo estoy convencida de que podemos cambiar un montón de cosas a pequeña escala que marcarían una diferencia enorme. Entre otras cosas:

– Podemos dejar de pisarnos entre compañeras y compañeros.

– Podemos dejar de hacer competencia desleal aceptando trabajos que otra compañera ha rechazado porque pelea por mejores condiciones.

– Podemos dejar de creernos personas solidarias con movimientos como yo te sigo SI tú me sigues. 

– Podemos dejar de ir a conciertos de compañeras y compañeros sólo para que se vean obligadas y obligados a venir a nuestro concierto para demostrar que nos apoyamos entre todas.

– Podemos dejar de aceptar trabajos a cambio de promesas de futuro.

– Podemos compartir oportunidades positivas con nuestras compañeras en lugar de pretender que las opciones de trabajo sean exclusivamente nuestras. 

– Podemos dejar de ir a garitos y decir ”yo lo hago por la mitad”.

– Podemos dejar de llamar a colegas para que nos hagan un trabajo a cambio de unas cañas. 

El cambio empieza desde dentro. Lo tenemos en nuestras manos. Pero si no somos capaces de entender que una lucha mayor se afronta desde un colectivo unido en comunidad, no tenemos nada que hacer.
A lo mejor nos viene bien unos meses más de confinamiento para que nos demos cuenta de estas cosas y que de verdad se produzca ese cambio en la sociedad tan necesario.